Una historia de la lucha constante entre reconocer cuándo rendirte o seguir luchando
*Probablemente contenga spoilers. Si alguien no la ha visto, vaya al cine ahora mismo.
He intentado sentarme a escribir esta entrada muchas veces y sigo teniendo la sensación de que la manera en que estructuro mis oraciones no explican cómo me hizo sentir La La Land.
Me llamó la atención principalmente por Emma Stone, que no solo es de mis actrices favoritas sino que encuentro en ella un poquito de ejemplo a seguir. La chica graciosa, amable, persistente, talentosa y bonita que suele caer bien. Tan bien que creo que ella en Crazy, Stupid, Love es la principal responsable de mi crush con Ryan Gosling. Y verlos en otra película juntos era para mí ir a quedar maravillada.
Estaba segura que iba a llorar porque lloro por todo. Pero no me esperaba sentirme como flotando entre las canciones alegres o melancólicas con gente bailando porque sí, porque es un musical. Honestamente a mí me encantaría bailar porque vivo en un musical. Yo sé que no puedo reseñar esta película sin saber de cine, pero puedo hablar de lo que me hizo sentir. Ambos personajes me recordaron a mí. La mitad del tiempo me la vivo soñando cosas adorables y fantásticas mientras que la otra mitad choca siempre con la realidad.
Es la historia de Mia y Sebastian, una actriz y un músico de jazz quienes se conocen mientras intentan creer en sus sueños y en alcanzarlos algún día. Escritor y director Damien Chazelle representa esta búsqueda que ambos continúan. Seguro sabían que no iba a ser fácil, pero el sentimiento de rechazo, vergüenza y fracaso a veces nos nubla el juicio. Y mientras siguen luchando se preguntan si se desviaron del camino, si todo eso vale la pena, si acaso ese sueño que tenían de verdad era para ellos. Porque saber discernir entre todo esto y decidir cuándo es momento de dejar ir o seguir intentándolo. Y ¿qué es rendirse? Solemos creer que la vida nos lleva donde debemos estar, pero no va a suceder si no trabajas por estar en esos sitios.Y en medio de esta lucha interna que se siente como algo contra el mundo, encontrar personas que te ayudan en el camino. Que creen de verdad en ti y te escuchan, te prestan atención e intentan animarte. Y a estas personas también a veces hay que saber decirles adiós.
Una película sobre los sueños, el amor y las despedidas.
Y como cualquier película, tenía que terminar. Pero me dejó inspirada, melancólica y conmovida. Cosas que a veces no encuentro en mí misma. Pero rendirse es caer directo en la desidia y el pesimismo, los peores sentimientos que he tenido dentro. Y es mil veces peor rendirse a ellos a temblar de miedo por no saber qué sigue o cómo van (o no) a funcionar nuestros planes. Incluso cuando no todo está planeado.
She told me
«A bit of madness is key
To give us new colors to see
Who knows where it will lead us?
And that’s why they need us»
Here’s to the hearts that ache, here’s to the mess we make.
Aleha Zolá 